Al poco tiempo, llegó a aquel sitio un animal muy extraño. Tenía las patas de rana, las orejas de elefante y la cara de gallina. Todos los animales del circo estaban expectantes ante su entrada ya que nadie sabía decir que tipo de animal era.
A las pocas horas, se supo que aquel animal se llamaba Pícolo y que era una mezcla de varios animales, al igual que le ocurría a Pissonni. Poco a poco fueron forjando una amistad que hizo que Pissoni olvidara el estar atado con una cadena.
Un día, mientras Pissoni y Pícolo hablaban, tuvieron la gran idea de que podrían escapar de aquel circo en el cual no eran del todo felices, pero ¿cómo?
Pícolo pensó que con su forma de picar y las fuertes patas de su amigo podrían romper aquella cadena que hacía que Pissoni viviera atrapado.
Justo cuando los dos animales se pusieron manos a la obra, el dueño de circo apareció, pero gracias a la gran unión de estos dos amigos consiguieron espacar... Ya sabéis que la unión hace la fuerza.
Pícolo y Pissoni siguen siendo grandes amigos hoy en día, y juntos siguen viviendo grandes aventuras.
No hay comentarios:
Publicar un comentario